El primer SUV de Ferrari probado: un repaso al rompedor Purosangue

El nombre Purosangue se traduce directamente como "sangre pura" en italiano. Sin embargo, con algunos matices en la traducción, adquiere un significado apropiado para una marca sinónimo de caballos. Este vehículo debut de Ferrari marca un punto de partida como su primer modelo más práctico y de mayor altura. En concreto, el Purosangue es el primer SUV de cuatro puertas y cuatro plazas de Ferrari con tracción total. Cuenta con un potente motor V12 de 6,5 litros bajo el capó.

Si bien tiene la apariencia exterior de un SUV, Ferrari afirma que el Purosangue debería definir su categoría. La compañía afirma que es algo completamente suyo, no simplemente un SUV. Esto es notable dado el auge de los SUV hipermotores de Lamborghini, Aston Martin y otros. Mientras esos vehículos se centran abrumadoramente en la fuerza bruta a través de la electrónica y motores enormes por encima de la dinámica de conducción real, existe una discusión sobre lo que implica el deporte para este tipo de vehículos utilitarios de alto rendimiento.

Los detalles clave se mantienen mientras se utiliza un lenguaje y una estructura de oraciones más simples. Déjame saber si necesitas alguna parte del pasaje parafraseada o explicada con más detalle.

El Purosangue contradice las tendencias de los SUV al ser uno de los representantes deportivos más genuinos de su clase. Se podría argumentar que al seguir la fórmula SUV según las especificaciones (cuatro asientos, trampilla trasera, etc.) se aproxima más al acrónimo. El acceso al lujoso compartimento trasero se logra a través de puertas que se abren hacia atrás. La potencia proviene de un poderoso pero único V12 de 6.5 litros que genera 715 caballos de fuerza, una disposición de cilindros no vista desde modelos específicos de Lamborghini y Audi. Ferrari equipó el motor montado en el medio con piezas de su extenso contenedor de repuestos, llenándolo tan hacia adelante que los últimos cilindros deberían calentar las rodillas de los pasajeros traseros.

La disposición del motor central delantero es evidente. En la parte trasera hay una caja de cambios de ocho velocidades con levas, combinada con una unidad de toma de fuerza (tomada de otro modelo de Ferrari) que acciona dos embragues para impulsar cada rueda delantera. Aunque tiene tracción total, en la mayoría de las circunstancias se siente decididamente orientado hacia atrás debido a su herencia de diseño de motor trasero. Este es un automóvil que se conduce de manera muy similar a un conductor trasero.

El Purosangue ofrece innovaciones por dentro y por fuera. El interior renovado presenta nuevas formas de interactuar con los sistemas; consulte la sección Interior para obtener más detalles. Una suspensión inteligente permite tanto el manejo ejemplar de Ferrari como las cómodas cualidades GT deseadas en un SUV. Dirígete a la pestaña Conducción para obtener más información sobre sus habilidades dinámicas.

Sin embargo, no hay electrificación alguna, por lo que el consumo de combustible es elevado. Las emisiones suman un total de 393 g/km de CO2 con un consumo combinado de tan solo 16,3 mpg.

Las credenciales de rendimiento son atractivas: 0-62 mph en 3,3 segundos y una velocidad máxima de 193 mph. Finalmente, el precio base es £313.360. Dados los extras opcionales de Ferrari, pocos Purosangue saldrán del lote costando menos de £ 400 mil una vez completamente equipado. En general, aunque traspasa los límites, persisten dudas sobre su impacto ambiental.

Dejando de lado el precio, el Purosangue supera a sus principales rivales, el Urus y el DBX. A diferencia de esos vehículos, no utiliza piezas preexistentes de otras marcas dentro de la empresa matriz. El Urus comparte significativamente plataformas, motores y tecnología con Audi, Bentley y Porsche. El DBX toma prestada la tecnología de propulsión de Mercedes-Benz. Ambos SUV, al igual que otros competidores, se adhieren a un diseño SUV convencional que prioriza la practicidad y el espacio para los pasajeros por encima de todo. Sin embargo, el Purosangue no adopta este enfoque. En cambio, prioriza ser un verdadero Ferrari, diseñando el espacio interior manteniendo su ADN centrado en el rendimiento en lugar de maximizar las características prácticas. Esto da como resultado una propuesta única en comparación con sus competidores crossover.