Desde la combinación de estampados y colores hasta la modificación de dobladillos y siluetas, estas pautas se crearon para que se las desafiara. Cuestionar el status quo permite la aparición de nuevas tendencias y una definición más inclusiva de lo que ejemplifica un gran estilo. En lugar de restringir el estilo individual, la moda es mejor cuando celebra la autoexpresión diversa. Cada uno de los siguientes consejos te anima a adoptar tus gustos auténticos, independientemente de las normas prescritas. Tanto si te saltas las reglas sobre prendas básicas como sobre accesorios, traspasar los límites puede dar como resultado conjuntos mucho más atractivos y favorecedores. Salir de lo establecido tampoco tiene por qué significar sacrificar la elegancia. Con un poco de confianza, cualquier look poco convencional se puede llevar con estilo.
Así que, sin más preámbulos, aquí hay más reglas que puedes romper:
6. No mezcle estampados
Si bien algunas personas se adhieren estrictamente a la combinación de estampados o colores lisos, la combinación de estampados puede crear conjuntos llamativos si se ejecuta con habilidad. Según la estilista Jones, las combinaciones de estampados inesperadas tienen un gran potencial para lograr un estilo destacado.
Explica que si se combina una camiseta gráfica con una chaqueta con estampado de leopardo y unos pantalones con estampados geométricos, se obtiene un look que supera a la suma de sus partes. Cuando se seleccionan cuidadosamente los distintos estampados, las dimensiones y los tonos únicos pueden complementarse entre sí de manera armoniosa. Se trata de lograr un equilibrio visual en lugar de una uniformidad estricta. Con un ojo atento, la combinación de estampados poco convencionales rompe los límites y mantiene la cohesión. No hay reglas estrictas cuando se trata de incorporar texturas táctiles, solo la capacidad de uno para crear una estética ingeniosa. Con la combinación adecuada de formas, escalas y tonos, cualquier cartera de estampados puede parecer pulida en lugar de aleatoria. La creatividad y la confianza a menudo dan lugar a los estilos más subversivos.
7. Zapatillas deportivas sólo en el gimnasio
Las zapatillas de deporte, que en el pasado se consideraban únicamente calzado deportivo, se han ganado con razón su lugar en el estilo cotidiano. Ahora, estos zapatos versátiles se consideran elementos básicos del armario en lugar de artículos que se limitan únicamente a la ropa deportiva. Con siluetas vanguardistas, materiales de primera calidad y detalles de diseño artístico, las zapatillas de deporte se han convertido en piezas de diseño por derecho propio. Desde cuero de lujo hasta tejidos técnicos de vanguardia, las zapatillas de deporte favorecen una variedad de conjuntos casuales y elegantes cuando se combinan de forma pensada. Ya no se limitan estrictamente al gimnasio o los fines de semana, las zapatillas de deporte permiten la autoexpresión a través de una sutil pieza de moda. Su comodidad también proporciona beneficios prácticos a medida que aumentan las opciones de uso. Mezclar zapatillas de deporte con prendas separadas a medida, vaqueros o faldas combina a la perfección la funcionalidad, el arte y el gusto personal en looks cohesivos y de tendencia.
8. Seda sólo para un evento elegante.
Contrariamente a la idea de que ciertos accesorios están reservados para eventos más elegantes, los pañuelos de seda tienen múltiples ventajas para realzar los looks diarios. Estas piezas versátiles no tienen por qué reservarse únicamente para bodas o galas para disfrutar de su adorno. Los pañuelos de seda ofrecen infinitas opciones como diadema, corbata, cinturón o muñequera para aportar sofisticación con facilidad. Su textura táctil y sus tonos vibrantes complementan todo, desde atuendos casuales hasta estilos más elegantes. Ya sea para un estilo formal o informal, los pañuelos de seda siguen siendo un detalle elegante para cualquier ocasión. Los drapeados creativos transforman los básicos neutros y celebran los pequeños momentos diarios tanto como los eventos importantes. Al mostrar los accesorios favoritos sin restricciones, el estilo individual brilla.
9. No se permite usar mezclilla sobre mezclilla
¡Consulta nuestro artículo sobre cómo lucir un conjunto de mezclilla! Pero en serio, al contrario de las convenciones del pasado, los estilistas ahora reconocen que el denim es una tela sumamente versátil que merece una cuidadosa superposición. Los conjuntos de tendencia combinan a la perfección diferentes tonos de denim con jeans, chaquetas y pantalones cortos. Los lavados claros y oscuros de denim se complementan a la perfección entre sí cuando se combinan con arte. En lugar de una estética limitada de "vaquero" o "esmoquin canadiense" únicamente, la combinación juiciosa de denim sobre denim brinda facilidad y atractivo visual a los looks casuales. Hay infinitas opciones de tintes y cortes con las que jugar para lograr una coordinación equilibrada. La combinación sutil de tonos o el contraste crean interés y, al mismo tiempo, dan la sensación de estar combinados, no desparejados. La superposición creativa rompe las normas prescritas para celebrar las texturas tradicionales y trabajadoras del denim. Ningún tejido merece pautas tan estrictas cuando se consideran la versatilidad, el estilo personal y los cambios estacionales. Con un ojo para la proporción y la armonía, cualquier cartera de textiles puede brillar.
10. El precio no importa
Aunque el precio más bajo puede parecer lo más práctico, la longevidad y la sostenibilidad también son factores importantes a la hora de invertir en ropa. Las altas tasas de consumo de moda rápida afectan a los bolsillos y al medio ambiente a largo plazo. Los costes más elevados no necesariamente indican un mejor valor si un artículo no resiste el paso del tiempo. Y para quienes tienen un presupuesto limitado, la compra en tiendas de segunda mano amplía la vida útil de los estilos usados. Factores como el uso previsto, la calidad de la tela, las siluetas que se adaptan al estilo personal y el uso potencial influyen en el ámbito en el que el presupuesto se estira más. Si se tiene cuidado en la adquisición y el mantenimiento, la apreciación de las piezas no tiene por qué depender únicamente del precio. Tanto la asequibilidad como la durabilidad nutren un guardarropa cohesivo que se aprecia durante años, no temporadas.